No Primavera

Había una vez en una ciudad sin otoño, una muchacha de ojos soñadores revueltos de pesadillas, internada en aquel bosque siempre frondoso; ella pensaba en la lluvia de hojas acariciando su rostro que la aliviaría de la falsa abundancia que la cobijaba, pero los árboles siempre eran verdes, pareciera que el tiempo se detuviera, que las soledades no existieran y que los olores ocultaran la peste de los no ilusos, las risas y la primavera eterna no la convencían, el sufrimiento era parte de su ser, todo se debía a que fue concebida en el ultimo otoño del bosque verde, con los últimos suspiros de melancolía, con las ultimas hojas marrón, con el ultimo viento impregnado de fin…

¿Por qué sentía falsa esa felicidad? ¿Por qué le obsesionaba el otoño? No había respuestas, si las hubiera la primavera se apoderaría de su tristeza y la haría feliz, muerte segura, vida en paz, sin sentido, mejor vivir esperando el viento, que vivir en la armonía de un cielo azul y nubes sin movimiento…

Deteniendo

Lucia que había dejado entrar el amor por otra ventana, sintió su corazón lejos, no se perdona haber pensado tonterías, ya no era una adolescente que las palabras la envolvían, los cuentos no existen y menos para ella, ha comprobado millones de veces que su aroma no es permanente, su pasión es efímera, su presencia se evapora, su sonrisa conquista pero desaparece... Con ella vives momentos, no eternidades, fugas de pasión, fugas de felicidad… Hoy sola como hace tiempo, envuelta en sus sabanas más suaves Lucia se abrazo con amor, esbozo esa sonrisa recordando el amor que jamás se quedo, suspiro mandando ese beso con ternura que jamás comprendieron, envuelta, así Lucia, así adiós...