Deteniendo

Lucia que había dejado entrar el amor por otra ventana, sintió su corazón lejos, no se perdona haber pensado tonterías, ya no era una adolescente que las palabras la envolvían, los cuentos no existen y menos para ella, ha comprobado millones de veces que su aroma no es permanente, su pasión es efímera, su presencia se evapora, su sonrisa conquista pero desaparece... Con ella vives momentos, no eternidades, fugas de pasión, fugas de felicidad… Hoy sola como hace tiempo, envuelta en sus sabanas más suaves Lucia se abrazo con amor, esbozo esa sonrisa recordando el amor que jamás se quedo, suspiro mandando ese beso con ternura que jamás comprendieron, envuelta, así Lucia, así adiós...