Con un soplo de otoño mis palabras penetraron tus ojos y supiste al final lo que sentía... no importa el fin de este año, sólo quiero sentir, vivir y gozarte cada minuto que transcurre, cada gota de dolor que me deja el amarte (tanto, tan profundamente) sabes que amo con dolor, así ha sido y así será... seguiré vertiendo mi sangre, postrándome ante ti, ante el deseo que nos consume y la incertidumbre que nos cobija... sólo regálame una mirada de fuego, palabras de esperanza y consuelo para mi perdición... Soy tu Doncella, observa el camino a la orilla de la playa, en aquel paisaje de pintura digital que nosotros nos creamos, ahí te espero... La arena y el mar seguirán siendo testigos y yo seguiré siendo, siempre, siempre...
1 comentario:
Ojalá mi doncella me amara con esa pasión. Así es el ser humano. Nunca está satisfecho con lo que tiene y cuando lo pierde, lo añora demasiado.
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