Autor: Garohe
Geraldine se pasea por todo el cuarto, ha intentado escribir por días y las palabras están perdidas en el remolino de su depresión, lucha para dejar atrás aquel trágico episodio de su vida, él murió en sus brazos y ¿ella? no lo ha querido soltar...
Meses antes fue el sepelio, muy elegante, completamente lo contrario a lo que él le hubiera gustado, ella no se presento, se rehusaba aceptar la idea de que él había partido, que estaba sola y que esta soledad no se comparaba con ninguna otra…
Meses antes fue el sepelio, muy elegante, completamente lo contrario a lo que él le hubiera gustado, ella no se presento, se rehusaba aceptar la idea de que él había partido, que estaba sola y que esta soledad no se comparaba con ninguna otra…
Vueltas frente a la computadora, cigarros a medio fumar y la inspiración no regresaba a ella, tenía que terminar la novela que empezó cuando lo conoció y que ahora se veía demasiado incierta, los capítulos inconclusos las historias revueltas, su corazón frío… Geraldine sabía que no podía escribir sin que él le preparara su café y le pusiera a BB King de fondo para su inspiración y claro, para ponerla cachonda, ella terminaba de escribir y él la poseía en ese momento en el suelo, en la mesa, dónde fuera, hacer el amor después de terminar un capítulo era lo mejor, ella estaba más excitada que en cualquier otro momento y él se avivaba al verla tan inspirada…
Cerró su lap, abrió una botella de vino tinto, se le derramo un poco, el color rojo sobre su vestido blanco la hizo enloquecer, recordó en ese instante el momento del accidente, se despedían, él la besó, caminaba mientras la miraba, esa mirada que ella no podrá borrar nunca de su mente, dos pasos más y un coche sin ver de donde salía lo atropello, he hizo que volara y cayera sin ninguna compasión, aquel muchacho que manejaba (396) parecía perdido, ido, no supo lo que hizo y creo que nunca lo sabrá…
Geraldine intenta seguir escribiendo, pero no esta segura que algún día lo hará como en aquellas épocas, dónde un café y BB King la acompañaban…
4 comentarios:
Ayy amiga! Muy bueno.
De verdad no sabe lo que hizo y nunca lo sabrá!entiendo perfectamente tu sentir... esa mirada de despedida, reclamo y dependencia.. en fin. Pasará.
GRETTA
La historia me gusta, es muy buena, pero sigues siendo muy transparente...
Vez como tengo razón... y si te tengo cara a cara me derrito!!!
Qué sencillo es meterse en la vida de los demás, ¿o no señora Garbo? jajajaja
Mi estimada Garohe, usted escriba por el placer de escribir. Punto.
El dolor nos recuerda que estamos vivos. Y así como la historia nos ha enseñado que no existen buenos ni malos, las relaciones interpersonales se guían bajo la misma regla.
Te quiero mucho!
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